El miedo que cae a la mente.
Huyendo de un suspiro eterno.
Se cae a pedazos y no nos importa.
Caminamos una y otra vez en calles desiertas.
Temo cada día más en la vida de los demás.
Corto de tiempo en un camino que da fin al horizonte.
Sueño bajo rayos de sol que irradian calor.
Escucho malas artes hasta reventar.
Ya sin hablar durante horas.
Envenenado de alegria.
Salpicado de gloria.
Eternamente me escabullo en rincones sagrados,
helados por la ausencia de humanidad,
desgarrados por la indiferencia.
Paso a paso se revelan misterios.
Miedo, enojo, ira, frustración, amor, despojo...
Rincones inmaculados del alma.
Esta obra está bajo una
licencia de Creative Commons.
jueves, 19 de abril de 2012
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