Lo que se pierde, eso que nunca se es devuelto,
las historias que contamos y el viento las lleva a nuevos rumbos,
Lo que se da sin pensar,
Las heridas que sentimos.
El eterno callar, hundido en el rincón.
Todo se olvida alguna vez,
tirado bajo el cielo,
sentir la sal en la herida.
Es el verte,
sentir que acaso un futuro alterno me llevase a ti.
Pero es tanto y todo,
la razón y el corazón.
Ya nada queda,
era solo un trozo de la promesa.
Que más da dirá el viento,
bajo los hechizos inmunes de tu blanca piel.
Me olvido que solo existes en este corazón olvidado.
Es llevar tu nombre en mi boca,
tener tu rostro tatuado en el alma,
ver las estrellas en tus ojos,
elevarte una oración cada mañana,
darte un beso de buenas noches.
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