Lo bajo,
enterrado al tiempo y por el tiempo.
Nada queda.
Solo la victoria olvidada,
por nadie.
Recordada.
Y de migajas se hizo grande,
y de dolor se tiño la sangre.
Y su alma evaporo,
y solo aveces se incorpora.
Quien siguiera a su corazón,
en una búsqueda infinita,
y el guerrero que no murió.
Su camino transformo,
nunca llego.
Ya me puedes ver,
aunque lo pienso de veces.
En agua a los tobillos,
y los peces besando la planta.
Aprendió más,
sabio nunca fue,
quien todos miraran alguna vez,
esa noche se hundió.
Odiado sin enemigos,
cual canción sin rima,
cual trovador sin héroe.
Así fue su vida.
Hubo momentos,
mas el pasado es solo la suma,
de lo que el presente representa.
Cuando dijo adiós,
nadie lo vio.
Y allí esta la leyenda,
que nunca se contó.
Y que no necesitas saber.
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