Es la vida el túnel de transición para todo ser,
tan oscuro que es suculento para el amor, el odio, la soledad y el reencuentro.
Nada debe quedar a la deriva en un viaje tan real.
Entre celebraciones y cantos,
recuerdos como espinas y cardos.
Se hacen presentes aquellos que te cuidan.
A los cuales les permites acercarte y aun aquellos que se acercan sin permiso.
A la cabeza vienen promesas vacías, palabras heladas,
falsos heraldos y demás escaramuzas.
Pero no faltan los que han cruzado su espada
para detener ese dardo que era para ti.
La Verdad siempre te dará la necesario, aunque no lo veas así.
No falta aquella mujer, que segundo a segundo te ha cargado,
con lagrimas y risas. Con valor y respeto. Quien te ha enseñado
a enfrentarte a los misterios. A quien le debes la vida.
Veinte años recorriendo ese túnel,
transformándose, creciendo.
Es difícil ver atrás y no soltar las lagrimas y las risas.
Eres joven y fuerte.
Eres el futuro del hoy.
Para algunos poeta, loco, sabio o bohemio,
sin importar la etiqueta, hoy eres tú
Magnificate y entrégate hoy a tus sueños y anhelos.
Se quien eres, con orgullo y fe.
Sahid Villela.
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