Calientes lagrimas,
resbalaban por sus mejillas.
Sintiéndose así, nada.
Lagrimas que se secan y dejan
una huella latente.
Ya no le queda nada sagrado,
que le divierta ya.
Es como volar,
el aire frío,
pero sigue pegado acá.
Es imposible escapar,
y la lucha perdida que has de
terminar.
Por que será que nadie
responde ya.
Que es lo que se siente,
estar así.
Si se pudiera,
una posibilidad quisiera ver.
Nacer no importa,
ni el morir es un dilema.
Más el vivir he allí el problema,
el dilema de esta filosofía.
Que arte más extraño,
que nauseas dan.
Moribundo ya el mundo.
Y sigo acá.
Las lagrimas corren,
y la sangre sale,
por venas secas de sed.
Mientras me alimento,
de lo último que puedo oír.
Sin gloria en esta vida,
pero más nada pude hacer,
un fracaso más allá de la nada.
No lo tomen a mal,
no quise huir,
solo estaba cansado.
Cuando cuelgue de la pared,
no habrá oración alguna.
No más lagrimas, por favor.
No estoy en un lugar mejor,
quizá no descanse,
pero nada más puedo hacer.
Si oyesen lo hermoso que es,
me recuerda, a eso que no viví.
Y la lagrimas ya se han ido.
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