Nadie a quien llamar,
solo mi locura me acompaña.
Desearía exorcista los demonios de mi pasado,
y los que el porvenir me prepara.
Que has hecho,
que he hecho,
si solo me queda gritar
a oídos sordos.
Con que se cura esta locura,
con que alimento esta ironía,
quien comprende la mente
de un vagabundo de este planeta.
Me quedan canciones,
me quedan los días,
me queda el mar de las ironías.
Donde ir,
donde morir.
Lagunas entre secas,
mares salados de soledad,
murmullos a medias.
Ilusiones sombrías,
que existen solo en mi caos,
eliminado las alas,
destruyendo el poco orden que me quedo.
Oye mis gritos ahogados,
dame agua de beber,
dame licor de tus labios,
dame una guerra.
Duermo,
sueño,
caigo,
muero,
en un instante vivo,
y al otro en mi infierno estoy.
Que me servirá de consuelo,
quien reparar mi armadura rota,
quien tomara en sus manos mi alma,
y la dejara descansar.
Quien me sacara de esta pesadilla,
quien curara mi ironía,
con quien comparto mi locura,
si esta noche no tengo a quien llamar,
y el hechizo de la madrugada me llama.
Esta obra está bajo una
licencia de Creative Commons.
jueves, 24 de septiembre de 2009
jueves, 17 de septiembre de 2009
Palabras
Nada que decir tengo,
hoy es otro día,
otra madrugada,
otro amanacer que estreno,
sin dormir,
solo pensar,
recordar,
imaginar.
Inmerso en voluntades,
débil en la batallas,
hoy ya no queda anda,
solo una pelea con la almohada,
sueños incompletos.
Hasta la habitación mas grande,
pequeña ante mi pena es.
Un largometraje,
un melodrama.
Los recuerdos me atormentan,
caí de nuevo,
no he podido esta vez,
renazco al día y la noche,
no se sentir, reír,
que me parta el corazón, sin pensar.
el miedo del adiós.
Hoy quiero callar,
reinventar,
dejar de hablar,
disimular.
Deseo tener fuerzas para hablar,
no susurrar.
Que es aquello que te da la razón.
Esta obra está bajo una
licencia de Creative Commons.
hoy es otro día,
otra madrugada,
otro amanacer que estreno,
sin dormir,
solo pensar,
recordar,
imaginar.
Inmerso en voluntades,
débil en la batallas,
hoy ya no queda anda,
solo una pelea con la almohada,
sueños incompletos.
Hasta la habitación mas grande,
pequeña ante mi pena es.
Un largometraje,
un melodrama.
Los recuerdos me atormentan,
caí de nuevo,
no he podido esta vez,
renazco al día y la noche,
no se sentir, reír,
que me parta el corazón, sin pensar.
el miedo del adiós.
Hoy quiero callar,
reinventar,
dejar de hablar,
disimular.
Deseo tener fuerzas para hablar,
no susurrar.
Que es aquello que te da la razón.
Esta obra está bajo una
licencia de Creative Commons.
viernes, 11 de septiembre de 2009
Lady Blue: Sueños I
Bajo las mascaras,
rostros inertes ante la felicidad.
Tan predecible nuestras jugadas,
que nos paso esa noche,
acaso fue el licor de tus labios,
la bruma del ocaso,
la locura de tus ojos,
la lujuria de tus caderas.
Las reglas eran claras,
nadie debía enterarse,
no tenían porque.
Mi corazón acelerado,
corría y corría,
deseando que la hora
llegara.
Esa noche,
ese baile anónimo,
eso que vive en la nostalgia,
en lo que no he vivido.
Vivir ese guion que dicta
mi imaginación,
llevarte a la luna,
a lo profundo,
y nunca escapar,
vivir
y solo eso.
Esta obra está bajo una
licencia de Creative Commons.
martes, 8 de septiembre de 2009
Ocaso
Y tantos halagos oscurecen.
Y tanta charla que emborracha.
Y tanto que dar,
y nada que perder.
Solo en la derrota quedara,
el silencio.
El vino agrio de tus manos,
el veneno tan dulce de tu adiós.
Si fuera posible, si tan solo,
pudiera ser,
veo la luz,
la luz de partida, el amanecer de la vida,
al ocaso de mi vida.
Esta obra está bajo una
licencia de Creative Commons.
Y tanta charla que emborracha.
Y tanto que dar,
y nada que perder.
Solo en la derrota quedara,
el silencio.
El vino agrio de tus manos,
el veneno tan dulce de tu adiós.
Si fuera posible, si tan solo,
pudiera ser,
veo la luz,
la luz de partida, el amanecer de la vida,
al ocaso de mi vida.
Esta obra está bajo una
licencia de Creative Commons.
El Ahorcado y el niño
Por que lo llaman dolor,
el ardor de la herida,
el sofoque,
la asfixia.
La horca le esperaba,
mas no desesperaba.
Sabia que cumplía
su condena.
En el destierro de lo terrenal,
negando al dios crucificado,
segándose,
llevándose al infierno
su ultima bocanada.
Se convirtió en leyenda,
en aquel pueblo
la paz no volvió.
En aquel momento,
cuando su horca se desvelada frente de el,
alcanzo con su vista,
ver el fruto de su compasión.
Aquel niño que dejo con vida,
en la muchedumbre se veía.
La un mueca en forma de risa,
erizo hasta al juez.
Nadie lo encendió,
la paz de sus ojos encendía la furia,
la furia de los que pedían justicia.
La brujería y la hechicería,
eso se miraba con compasión,
aquel hombre que devoro,
mil niños en un noche,
se iba a su tumba,
nadie cargo su ataúd,
si no que lo lanzaron al un pozo.
Su herencia se repartió sin murmullos,
la familia apenada,
reparar el error no pudo.
Quien no temió en la noche,
se oía un quejido.
Era aquel niño, el único sobreviviente,
de aquella masacre.
Había sacado del pozo al cadáver,
y daba de golpes esperando despertarlo,
lloraba y gritaba por unirse con los suyos.
Esta obra está bajo una
licencia de Creative Commons.
el ardor de la herida,
el sofoque,
la asfixia.
La horca le esperaba,
mas no desesperaba.
Sabia que cumplía
su condena.
En el destierro de lo terrenal,
negando al dios crucificado,
segándose,
llevándose al infierno
su ultima bocanada.
Se convirtió en leyenda,
en aquel pueblo
la paz no volvió.
En aquel momento,
cuando su horca se desvelada frente de el,
alcanzo con su vista,
ver el fruto de su compasión.
Aquel niño que dejo con vida,
en la muchedumbre se veía.
La un mueca en forma de risa,
erizo hasta al juez.
Nadie lo encendió,
la paz de sus ojos encendía la furia,
la furia de los que pedían justicia.
La brujería y la hechicería,
eso se miraba con compasión,
aquel hombre que devoro,
mil niños en un noche,
se iba a su tumba,
nadie cargo su ataúd,
si no que lo lanzaron al un pozo.
Su herencia se repartió sin murmullos,
la familia apenada,
reparar el error no pudo.
Quien no temió en la noche,
se oía un quejido.
Era aquel niño, el único sobreviviente,
de aquella masacre.
Había sacado del pozo al cadáver,
y daba de golpes esperando despertarlo,
lloraba y gritaba por unirse con los suyos.
Esta obra está bajo una
licencia de Creative Commons.
martes, 1 de septiembre de 2009
Hoy (Oda a un poeta)
Naces en lo ayeres.
Vives en el tiempo efímero.
Das tu alma.
En un segundo,
miras tu ayer,
matas el presente,
y el futuro incierto es.
Cuanto daría,
por ser ese que va por ahí.
Pero no es así,
no soy ese;
soy yo.
Mi corona,
aun el oro más fino,
ni el diamante mas pulido,
brilla mejor.
Espinas y cardos,
rosas y claveles,
manantiales y
ríos, desembocan
en lo ambiguo de mi ser.
Tu que has crecido,
que te transformas,
que te alejas de lo imperfecto.
Oscurecer imperfecto,
perpetua soledad.
Se interrumpe,
por un deslumbre en la ventana.
Renaces de tus cenizas hoy,
mas no como ave Fénix,
por que aun nadie te dado
batalla justa, ni muerte.
Más aun, has vencido,
como cual caballero,
digno de su espada, y
la bendición de los
viejos reyes
Hoy, es tu día,
hoy es el momento,
tras largas batallas,
tras innumerables pesadillas,
ese largo camino, que no termina,
se ve corto.
Mas allá, de la fría indiferencia,
mas allá, de aquel orgullo,
mas allá de tu ambigüedad,
hoy demuestras ser digno,
no digno de ser mortal,
no digno de falacias,
es en este escrito, que mas nada
queda.
Hoy llegas a verte como eres,
sin mas, sin menos.
Hoy hace 17 años, se veía
a lo lejos un simple bebe,
desde entonces hasta hoy,
ese bebe se ha convertido
en su mágnum, su cenit
se despliega, y abarca al mundo,
hoy comienza tu vida como
caballero único de tu causa,
como heraldo de tu palabra.
Que tu tesoro, sea un misterio,
que tu mente sea indescifrable,
que tu amigo sea fiel
y tu enemigo muerto por tu espada.
No retrocedas ante los obstáculos,
que los gigantes no asusten,
que los dioses no nieguen su bendición,
que la palabra de tu boca sea justa,
y tu vida de honra.
DEDICADO A SAHID VILLELA (1992 - ACTUALIDAD)
Esta obra está bajo una
licencia de Creative Commons.
Vives en el tiempo efímero.
Das tu alma.
En un segundo,
miras tu ayer,
matas el presente,
y el futuro incierto es.
Cuanto daría,
por ser ese que va por ahí.
Pero no es así,
no soy ese;
soy yo.
Mi corona,
aun el oro más fino,
ni el diamante mas pulido,
brilla mejor.
Espinas y cardos,
rosas y claveles,
manantiales y
ríos, desembocan
en lo ambiguo de mi ser.
Tu que has crecido,
que te transformas,
que te alejas de lo imperfecto.
Oscurecer imperfecto,
perpetua soledad.
Se interrumpe,
por un deslumbre en la ventana.
Renaces de tus cenizas hoy,
mas no como ave Fénix,
por que aun nadie te dado
batalla justa, ni muerte.
Más aun, has vencido,
como cual caballero,
digno de su espada, y
la bendición de los
viejos reyes
Hoy, es tu día,
hoy es el momento,
tras largas batallas,
tras innumerables pesadillas,
ese largo camino, que no termina,
se ve corto.
Mas allá, de la fría indiferencia,
mas allá, de aquel orgullo,
mas allá de tu ambigüedad,
hoy demuestras ser digno,
no digno de ser mortal,
no digno de falacias,
es en este escrito, que mas nada
queda.
Hoy llegas a verte como eres,
sin mas, sin menos.
Hoy hace 17 años, se veía
a lo lejos un simple bebe,
desde entonces hasta hoy,
ese bebe se ha convertido
en su mágnum, su cenit
se despliega, y abarca al mundo,
hoy comienza tu vida como
caballero único de tu causa,
como heraldo de tu palabra.
Que tu tesoro, sea un misterio,
que tu mente sea indescifrable,
que tu amigo sea fiel
y tu enemigo muerto por tu espada.
No retrocedas ante los obstáculos,
que los gigantes no asusten,
que los dioses no nieguen su bendición,
que la palabra de tu boca sea justa,
y tu vida de honra.
DEDICADO A SAHID VILLELA (1992 - ACTUALIDAD)
Esta obra está bajo una
licencia de Creative Commons.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)