domingo, 11 de octubre de 2009

Silencio: Presentación

Cuenta un viejo saber, que el sonido son ondas esparcidas en el viento.
Por esto se afirma que el sonido, existe en todo, excepto en el vacio.
Me pregunto si en mi vacia alma, esto sucede tambien.
Las historias que un dia conte, no me llevraon mas que a oidos sordos,
ingnoraron las palabras del joven poeta, quien es ahora el mismo.
Las lecciones de la vida, la vida misma pareciera no adaptarse a este
personaje, o es el quien no se adapta a la vida.

El silencio de sus labios desviaba la atencion,
pero en su mente un caos de imaginaciones, ideas y frustaciones
crecia.
Nadie oia sus gritos, su frase por bandera: "Gritare a oidos sordos"
se perdio en el sonido, comenzo como una adiccion,
era su droga, aquellas viajas cnaciones lo hacian volver en el tiempo,
un tiempo que no le pertenecia, poco a poco esa adicción se convertio
en religión.

El sonido sordo para muchos, hizo que el depsertar del alma de este,
nunca conocio a nadie con esos gusto, se fue a la tumba con esa pena.

Noche tras noche la pesadilla comenzaba, debia actuar como una
persona normal, cuando en realiadad deseba ser el.
Nunca pudo concialiar el sueño de una forma natural,
era normal verlo sentado meditando a altas horas
nocturnas.

Aun su cuerpo se veia muy mal,
preferia enforcarse en su mente.
Cosa que miraba como su gran don.
Y no es mentira su mente era hibrida,
dentro si, cabian dos almas.
Por un lado el joven perdido en su mente, divagando en el mundo,
por otra parte un ser frivolo, incalmable, capaz de destruir todo,
contal de proteger sus prioridades.
Esto lo llevo a prender a controlar ambas actitudes,
aunque de vez en cuando dejaba ver su su lado maligno.

Las horas pasan, la madrugada entre en sus profundidades,
y sigo aqui, meditando, calculando y criticando.
Quien pondra fin a este silencio que me abate.
Quien confinara a mi soledad.
Me pierdo en el ruido de esta sociedad,
escucho atravez de la paredes de mi tunel,
el ruido insasiante de las personas vacias ante
lo cotidiano, abnegadas a su labor social,
ya no queda nada de ellos.

La ironia no tiene espera ante mi,
amar y odiar el sonido me intriga,
amo el sonido en su pureza, y lo aborrezco en mi soledad,
odio el ruido en la gente,
amo cuando me dcen que hago ruido.

Si la ironia escapa de mi,
me quedan mis ambiguedades.
Ser y no ser,
estar y no estar,
todo es logico, y la logica que es.
La retorica es mi fuerte, la filosfia mi escuela.
La falta de fe mi pecado.

Es mi silencio que dice mucho,
que dice nada,
que nadie oye.

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